miércoles, 26 de junio de 2013

Drago de Sataute denuncia otra discriminación municipal con su Asociación. Y van…

Cartel censurado
La actitud del grupo de gobierno de Santa Brígida con respecto a nuestra asociación ha pasado del ninguneo soterrado a la hostilidad abierta. Nos envían a la Policía para retirar las mesas informativas, nos quieren imponer una tasa para poder informar a los vecinos, en fin…, hay algo en Drago que no les gusta.

La última ha sido con motivo de Florabrígida. Se pidió a las entidades participantes que presentaran un panel informativo para presentar sus actividades en la calle Nueva. Y así lo hicimos. Cada uno hizo el suyo y los colocaron en sus correspondientes soportes. ¿Todos? Todos no. El panel de Drago de Sataute no apareció. Preguntamos en Cultura y un señor asesor nos dice. «La Concejala dice que este cartel no se pone porque es reivindicativo». Toma democracia, la libertad de expresión a freír bogas.

Al elaborar un cartel informativo de aquellas actividades que desarrolla la asociación, no podía faltar la campaña contra esa Mole de cemento que nos afea y asfixia desde hace 10 años, que ha marcado un antes y un después en la calidad de vida en este pueblo, y sobre la que tenemos un más que legítimo derecho a opinar todos los que aquí vivimos. El eslogan de esa campaña era “Santa Brígida, ¿qué pueblo queremos?”; una pregunta, no un exabrupto ni un insulto o calificativo acusatorio a nadie, una pregunta para la reflexión y mover un poco nuestras conciencias. Pues resulta que la aparición de esta pregunta en el cartel no le gustó a la concejala ni a su asesor.

Por otro lado, esta clase magistral de intolerancia nos hace pensar… ¿Es algo malo reivindicar que nuestro pueblo resuelva de una vez sus ingentes problemas urbanísticos? ¿Es delictivo reivindicar que los vecinos opinen sobre cómo debe ser el Parque municipal? ¿No se puede reivindicar que resuelvan lo de la Mole de una vez? ¿Está prohibido reivindicar actos culturales, excursiones, debates, concursos, lecturas compartidas, que es lo que en definitiva hacemos desde Drago?

El partido que ocupa el Consistorio no entiende estas cosas. Y como no entienden, pretenden acallar nuestra voz, que no se nos conozca, que nadie sepa que existimos. Tal vez porque criticamos lo que hacen mal. Y eso no les gusta.

Por ejemplo, criticamos el gasto de dinero público que han despilfarrado en unas fiestas pretenciosas y ajenas a nuestra realidad. Criticamos el mal gusto en la decoración horrorosa de los espacios comunes de Florabrígida. Criticamos las planchas de cemento en lo que llaman “Recinto ferial”; el denigrante concurso de misses, nunca visto en este pueblo; la mala gestión de las actividades celebradas en las calles principales por no contar con los comerciantes, sin ningún pudor en responder a las protestas con insultos, y la falta de respeto al único verdadero artista que participó en las fiestas, un timplista reconocido que asombradito se tuvo que ir, como asombrados quedaron los asistentes de que no solo no fuera presentado, sino de tener que actuar con la escandalera de las atracciones de la feria de fondo. Por no hablar de la excursioncita en guagua a la Cumbre…, en definitiva unas fiestas pensadas con un claro fin electoralista —pero pagadas con el dinero de todos—, más que para celebrar al Patrón San Antonio. Pero eso sí, se recortan los Servicios Sociales porque no hay dinero. Para fiestas sí, para los necesitados, no.

¿Es esa la razón de la manía con Drago? ¿Tendrán miedo de que las cosas cambien en esta villa? Tal vez, como dijo el evangelista: Los últimos serán los primeros y los primeros los últimos. Porque son muchos los llamados y pocos los escogidos (Mat. 20.16).

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