lunes, 26 de enero de 2015

videos de la conferencia de Roque Calero "Planificando nuestro futuro. Un cambio del paradigma del desarrollo"

Se han publicado, en el página "Documentos" del blog los cinco videos que componen la conferencia que dio Roque Calero el 7 de Noviembre denominada "Planificando nuestro futuro. Un cambio del paradigma del desarrollo". Ya estaba el audio.

sábado, 24 de enero de 2015

Homenaje a María Guerra la Quemá desde Drago de Sataute



















María Guerra


Hola María,

Buenas tardes

María…Guerra Alonso

Alfarera,

Alfarera

Nieta y bisnieta de alfarera,

De todo

Toda mi gente era alfarera, toda; primas, tías, retías, bisabuelas, las abuelas de mis abuelas; la raza mía viene toda de alfareras, de la artesanía

De toda la vida,

Bueno antes eran loceras, y hoy como es la moda alfarero

¿Y cómo aprendió Usted?,

¿Cómo aprendí yo?, con mi madre

¿Cómo era un día normal suyo?

¿Un día normal mío? Me quemé, estuve un montón de tiempo para recuperarme, pero antes de quemarme, ya yo manejaba el barro; pues después me quemé, estuve un montón de tiempo pá recuperarme, después empecé en la escuela, empecé con los chiquillos, lo que le dicen a uno, y allí arriba había un chiquero, yo si salía de mi casa pero me metía en el chiquero y cuando los chiquillos salían de la escuela, salía yo también

¿Y qué hacía durante todo ese tiempo? Allí sentá, cogiendo los libros y mirándolos, y porquerías, na más y después hasta que mi madre se enteró y me dijo pues ahora te vienes conmigo. Con mi madre venía una señora ya mayor, le pagábamos porque ya ella no podía trabajar, pa ella ir a buscar leña, dir a Telde a vender, dir a vender por tos esos mundos, mi madre y mi abuela, mi madre tenía su casa y mi abuela tenía la della, casi toda la semana tenía empleas haciendo una cosa, otras y dice tú tienes que aprender, dame el palo ese, por favor, del cepillo. La puerta era esa, ella se sentaba ahí cerraba la puerta un pisco pa cá y me dejaba a mi por detrás ; tú vez este palo, pues este palo te lo comes tú,

Le decía, sí este palo te lo comes tú hoy, venga coge sentá ahí, coge el barro con las manos, ¡coge el barro!; ¿qué estas haciendo?, nada,  nada estas haciendo sino empezar, ¡venga, a empezar!. Y bueno, lo hacía, a empezar como me decía ella y me decía esto no sirve, está cambao, ¿está cambao?, y me decía pues si hoy te sale cambao, mañana te sale derecho, porque si estas haciendo y devaratando, no aprendes. Las cosas que se hacen se dejan como salen y no hay que estar devaratandolos, sino dejarlas. Me dolía el culo y me decía, no te solivies el culo que no te vas a levantar de ahí hasta que termines y no te vas a almorzar

O sea, que estaba todo el día trabajando la cerámica,

Toda la mañana y hacía dos piezas, porque si jacía que jacía
Se la enseñaba a ella para que la viera, que si ella se ponía a pelear conmigo, ¿qué podía hacer yo con ocho años?

¿Y sus hermanas estaban también con su madre?, ¿alrededor de su madre?

Felipe, ¡que es el que me sigue! A donde iba ese cancamo, a él no lo podíamos sentar ni lo podía mandar mi madre a buscar leña porque era más chico que yo;

Pues nada, seguimos trabajando, seguimos trabajando. Yo, tan pronto trabajaba en Las Meleguinas cogiendo papas, como por Santa Brígida, como por la Quinta Médica, donde quiera que me salía trabajos de esos, yo los aprovechaba, hasta que fui a trabajar a dos casas. Estuve un montón de años pa Las Palmas, dispues me fui pa Telde. Me casé, crié más niños que lo que yo valgo,

¿Cuántos hijos tuvo Usted? 11, los  niños siempre se acercaban a mí. ¿Usted sabe lo que hacía yo en Telde?, los llevaba a la azotea a comer porque la madre le pegaba, cómete esto, cómete esto! Y los chiquillos lo devolvían. Ellos me decían que bueno.

Pero, ya eso fue más tarde, no? Tenía 15 años; de 8 años a 15 años, había andao y to esos recorrios. El último fue en Telde, que fue cuando me casé y se acabó la Guerra. Cuando la Guerra se terminó, tenia yo 15 años….

¿Y Usted iba a Telde a vender la loza? Sí, y dispues estando en Telde, me enamoré de mi marido (Lilo, el sepulturero de Santa Brígida) que fue entonces cuando me casé; me casé, yo trabajaba la loza con mi madre, entre las dos y mi hermana y dispues la íbamos a vender

¿A dónde la iban a vender? Uf, a Telde, A tejea, a Las Palmas, a Valsequillo, pal sur, que antes era a Aguimes, el Carrizal y el Ingenio y Sardina, y ahora donde está Sardina, Ingenio y el Carrizal, no sé, dígame, ¿dónde están?. Cuando era chica, lo andaba tó, sabía donde estaban, pero ahora no sé, porque de uno a otro, no había una casa; hoy no son sino casas.

A Sardina me llevó mi padre, yo llevé una talla, un bernagal de esos chicos, porque no podía con más, caminando, descalcita, y a mi hermano, que era más chico, nos cogió un tiempo de agua; cogimos por un barranquillo hasta coger la carretera principal, sin vender na y sin comé, porque no teníamos dinero y, de aquí, íbamos caminando hasta allabajo y, después una señora que sintió ruido, dice, ah yo me creí que era el barranco que venía corriendo ya. Señora, mire usted, hermanito, métase aquidentro, que esta lloviendo, que no se qué, que no se cuanto, y nos compró un bernagal y nos dice, para que cuando lleguen arriba, a la carretera general coman porque yo ahora no tengo comía hecha para darles de comer ni na, y si el del bar les deja quedar allí, no vayan caminando ahora pa Telde pa después de Telde ir a La Atalaya y pasó un camión de los que portaban tomates que iban pa lla al quinto pino que empaquetaban los tomates y mi padre con él y le dice como los niños son chiquititos los mete ahí sentaitos y nos trajo hasta Telde y dispues de Telde pa rriba vinimos caminando, lleguemos aquí al aclarar el dia.

¿Y en su casa como era un día cuando se levantaban?, ¿cuántos hermanos eran?

Mis hermanos son diez, pero quedamos siete y allí todo el mundo hacía algo

¿Y todos relacionados con la loza?, No mi hermano Felipe, y mi hermano el otro. Esos los llamaban la gente cuando cargaban piedras, cuando se hacían paredes, pasaban muchos trabajitos los chiquillos

¿Y ustedes no,? No, nosotras nos quedábamos, yo donde único fui a trabajar fue a las labranzas, porque me gustaba coger las papas. Todas esas cosas me gustan montón y….
Después pegué a tener hijos, agarré yo y mi madre se puso más vieja y dice mi hermana, pues ahora, la loza cada una la suya, tú te traes tu leña, yo me traigo la mía, tu te haces tu loza y yo me hago la mia, si me da la gana de hacerte un dia macetas, que era cuando se vendían macetas para los viveros me hacía dos dias o tres de macetas y después guisábamos todo junto. Después mi padre tenía un amigo que tenía una camioneta, que llevaba la mercancía de ahí enfrente pa Telde, mi padre daba los viajes de noche con él para la verdura y la fruta y a mi me dejaba con la mujer y, en el último viaje que dejaba aquí debajo en la Cruz iba con ellos y después caminando pa rriba otras vez.

Mire y ¿Usted siempre vivió aquí? Sí

¿Había mucha gente en aquella época?. Bueno, esta calle estaba toda llena de gente artesana, no habían casas, sólo habían cuevas, porque ni puertas tenían.

¿Y cómo eran las cuevas por dentro?, las cuevas, como esta, ¿no tenían puertas?, tenían puertas si vivian, tenía una habitación donde dormir tol mundo y  una cocinita para hacer de comer y, después, afuera en la cueva, como yo, ponerme a trabajar aquí y pasar la gente y verme; toda La Atalaya era igual, todo el mundo era artesano….

¿Y eran muchos?, bueno, la gente que está hoy, la mayor, los familiares eran todos artesanos; se fueron muriendo y ellas no aprendieron, y ellas no tienen nada, y yo. Trabajitos pasé más que una estera, y….hambre.

¿Y usted se acuerda de los ingleses cuando venían? Ah, porque no echaban por aquí. Venían en coches chicos, antes no había…

¿Y de dónde venían? Del aeropuerto y en el aeropuerto alquilaban un taxi, asomaba uno alla enfrente y decíamos uno, dos y así sabíamos los coches que venían, nosotras los contábamos; después se quedaban en La Cruz y echaban por aquí.

¿Caminando?, sí, caminando por ahí p alante pa llegar al horno y dispues seguian pa rriba, pa ca Pancho.
¿Y por qué iban a casa de Pancho?. Por que iban a ver las cuevas, a ca Antoñita la rubia y, a veces habían más artesanos porque estas cuevas por aquí p alante había gente haciendo loza y tos aquellas cuevas que veían haciendo loza entraban y sacaban la foto y tos esas cosas,

¿Y compraban?, de comprar no me acuerdo yo, de comprar no me acuerdo yo, lo que me acuerdo es que nosotros le pedíamos, ¿pero qué?, lo que nos daban eran moneas viejas, que dispues íbamos a la tienda y nos decían, mi niña, les engañaron los ingleses, esta monea no vale.

¿Ustedes iban allí enfrente, al hotel, a la acequia a lavar?
¿A la acequia? Cuando el Hotel Santa Brígida se quemó, estaba yo lavando en Las Meleguinas, abajo en La Angostura, en los lavaderos, lavando y torciendo pa venir a la novelería y dispues nos lo dejaban pasar p alante

¿Y quién no la dejaba pasar? El guardia, porque estaba el hotel ardiendo. Mi padre y un rancho se fueron allanfrente y se metieron y pegaron a sacar to lo que pudieron y usted sabe que donde está la gasolinera hoy era una terrera y vinieron ellos y to lo que le gustaba fueron alli y lo enterraron y algunos que los estaban acechando según enterraban ellos venían y se lo llevaban y fueron a cogerlos al siguiente día y ya no había, ja, ja; no había n aporque se lo habían llevao

¿Y antes de eso, no iban ustedes allí a vender?, no, bueno a vender sí, por las puertas, por las casas, yo estuve arriba donde está la bodega, trabajando, donde en la entrada de la casa hay dos matos; allí estuve yo montones de años.

O sea, que la gente de aquí de La Atalaya, salín fuera a trabajar. Sí, salíamos fuera

Y, ¿los hombres les echaban a ustedes una mano en el taller?, Muchos sí, íban a buscar la leña, por lo menos los de mi casa; ¿a dónde iban a buscarla, María? A los de los Naranjos, ahífrente a la laera, andábamos to la laera buscándola y dispues de cogerla de los matos y amarrarla y ponerla en la carretera tenáimos que ir a pagarla

Y ¿Cuánto les costaba?, poco dinero, si nosotros hacíamos to el trabajo y era leña que estaba allí tirá debajo de los matos, seca. Nosotros la subíamos a la carretera, pagábamos un camión, entre mi hermana y yo

¿Y cuándo guisaban?, tos los meses, nosotras guisábamos tos los meses, porque como tos los meses teníamos encargos de macetas pa los viveros

¿Dónde estaban los viveros?, En San José, de la iglesia de Los Manrique p acá eran los viveros por allí, eran macetas chiquititas, hoy son macetas de plástico

¿Y a quién le pedía permiso para guisar, quién cogía el turno?, ¿Pa guisar?, la dueña.
Ofelita Rivero, ellas son primas de las que viven allá en El Calvario, al lao de donde está el Club nuestro (el de Mayores), las casas, las ventanas dan pa la carretera…

Ofelita iba apuntando, y ella nos decía pero tiene que venir a apuntarse, porque si viene otro y no está apuntao

¿Y además de las macetas, qué otras cosas guisaban?. To lo que yo tengo aquí, braceros, cazuelas de castaña, librillos donde amasábamos el gofio, aquellas palanganas para fregar la loza, las tallas grandes pa echar agua; teníamos que venir a buscarla al pilar y cuando venía el agua teníamos que aprovechar, porque no teniamos agua ninguna….

¿Y el barrio dónde iban a buscarlo?. A la Concepción y había que tener amistades con los del terreno, porque todos los que tenían amistades te lo dejaban sacar, porque el barro es el último de abajo y si se cogía las raíces de los matos, se secaban los matos.

¿Pero en La Concepción había barro?  Sí, yo tenía un tio que nos dejaba sacar barro, mi padre lo sacaba y dispues una bestia lo traia. Nosotros nos poníamos donde se estaba sacando el barro y cogíamos las pellas de abajo, porque si teníamos que pagar una persona, no nos daba pa nada. Luego lo echábamos en la bestia y lo traiga. Y cuando el arriero llegaba otra vez, ya nosotras teníamos la cesta llena

¿Y a Las Palmas iban Ustedes?, ¿a dónde iban? Al Puente Piedra, que era donde se vendía; en el Puente de Piedra de abajo y luego el de arriba; en los dos se vendía. Pegao el barranco al mar, era donde se ponía la verdura, la fruta, las papas, tos los vendedores y, arriba en el Puente Piedra a un lao y a otro mirando pal barranco, la de las flores.

¿Alguna de las suyas era florea o eran todas alfareras?. No, yo tenía una prima hermana que era florera y alfarera, las dos cosas; pero las de aquí iban pal Puerto, las nuestras iban al Puerto, a vender

¿Y cómo llegaban hasta allá? Caminando. Y, caminado no salíamos de aquí y, caminando llegábamos allá. Mi madrina tenía un puesto en la plaza mercado del Puerto. Yo iba a vender loza y a vender flores, íbamos a Valsequillo a buscar retama para darnos tres pesetas.

Una vez nos dijieron cuando llegamos a Valsequillo, que siguiéramos pa bajo que había un camino y fuimos a llegar a Telde y llegamos a medianoche aquirriba.

Yo lo que me ganaba por dos días alla tras no me daba pa comprarle leche a mi hija la más vieja. Menos mal que nos daban un pizco comía. Si no ibamos a vender calas y yo llevaba loza también. Me daban casne cochino, papas y si yo lo mio no me lo podía traer, iba al dia siguiente a buscarlo

¿Y cómo era la relación entre los vecinos?, bien no se peleaba nadie, hoy son más. Más de ellos, ¿se ayudaban?, uh, se ayudaban cada uno trabajaba lo suyo; si estaban cogiendo papas y nos decían mira vamos mañana a coger papas, me echa una mano? Y nos tenían tol dia cogiendo papas y nos daban una cesta papas. Eramos todos iguales, no teníamos ná. Trabajar, trabajar, trabajar y trabajar pa poder comer.

¿Y ustedes iban al pueblo?. Al pueblo sólo íbamos pa la fiesta de San Antonio….

Y aquí la fiesta de San Pedro. Sí aquí la fiesta de San Pedro. ¿Cómo era la fiesta en aquella época con la gente de aquí?. La fiesta de maravilla, la nuestra aquí de maravilla, ahora, con decirle que hay gente que no sale a la calle. Ahora son tres mamones que se han cogío las perras; antes no pedíamos. Enrramabas desde la Cruz hasta después de la Iglesia y de la Iglesia por la carretera y después to lleno de faroles de papeles y venía montón de gente arriba a la Plaza de La Atalaya, a vender, las ruletas esas que nosotros echábamos perras a ver si nos sacábamos algo, hasta gente con bar a vender hasta churros, de maravilla; lo que no hay hoy, lo que no hay hoy.

¿Y Panchito?, ¿cómo era Panchito en aquella época?, Pues yo de ese no le digo. Lo único que le digo que la gente le ha dado la fama a Pancho, no se por qué, porque yo recuerdo que era una niña y mi madre me mandaba a comprar, y yo cuando iba a comprar, primero me iba a la casa de la madre de Pancho, que lo que venía a mi casa con la compra. Yo recuerdo de estar allí, y llegar él vestido de blanco porque dice que era “mozo”, mozo le decían antes a los cocineros, a un trabajador de un Hotel, le decían mozo, con una novia que tenía maravillosa, guapa, porque eso es verdad; y unos cuartos que están alli fuera, que están hechos ahora, los estaba haciendo él pa casarse. ¿Y ese mozo, antes no se aprendía albañil, pa poder trabajar?, pues yo creo que ese mozo tuvo que aprender lo de cocina o lo de servir, pa poder entrar a trabajar. ¿Y de qué edad entró?. Porque cuando él empezó a trabajar, él se agarró de qué dejó a la novia y se puso ahí con la madre y yo no se si él sabía porque si sabía era cualquier cosa cuando chico, porque  él estuvo en el colegio y después del colegio se pondría a aprender, hacer cocinero, hacer mozo, hacer camas y a servir y yo creo que tenía lo menos, yo creo que más de 25 años, cuando él se puso a trabajar. Vamos a ver que fama tiene él, si él fue mozo primero, y un mozo, no le dan el título de mozo, dende que entra a trabajar, tendrá que trabajarselo primero. Eso es lo que digo yo, porque eso lo recuerdo yo.

¿Usted, cuantos años tiene hoy, María?. Le dije que le iba a traer el carnet, pero no lo traje.

Pero mayor que su hermano Felipe?. Él va a cumplir 81, pues 82, los cumplo dentro de poco.

Y yo me acuerdo de todas esas cosas, de Antoñita la rubia, de mi tía María, de mi prima María, de mi prima Carmen, de otros vecinos que vivían por allí, cholois Benítez, la otra de allá también era artesana, Dolorcita, después en la cueva de abajo vivía otra señora que también trabajaba, tol mundo, y tol mundo sabía. Con tres macetitas, si guisaban hoy estaban ya mañana juruniando pa ver si vendían; yo pasé muchos trabajos

Y Usted recuerda venir a los ingleses por el Puente de Las Goteras, parriba. Sí claro, después se quedaban en la cueva y entraban por aquí. La entrada de ellos era esta, por aquí, recto, hasta llatrás, hasta la madre de Pancho, hasta Antoñita, la otra de abajo, después otra vecina que vivía al lado era artesana, en la Picota ¿usted conoció a Soledad?, ¿la que tuvo la tienda?, esa es prima mia también, la abuela y la madre eran también artesanas,

Con lo cual usted lleva en la vena la vida artesana, sí sí, toa la familia mia era artesana, toas, toas, toas, fueran primas primeras, como segundas, terceras, como si no me tocaba sino esto.

Antes me decía que iba a lavar al barranco de La Angostura, sí a lavar y ¿las cosas de la casa cuando las hacían? Cuando podíamos y ¿qué cosas hacíamos sino teníamos?, la cama pa dormir y un caldero pa hacer de comer en una cocinilla, no había más ná, cuando el caldero no servía se tiraba, y una vasinilla pa mear.

¿Y la ropa? Yo si tenía quien me la lavara, mi hermana Fefa, los lunes preparaba toda la ropa de mi madre, de mi casa y la mía y se iba al barranco a lavar y después las chiquillas la iban a encontrar. Eso sí tenía yo, y después me atendía las chiquillas, las tenía tan bien peinaitas, con los moñitos así peinaitas y los vestidos almidonaos y planchaos.

Entonces Fefi se dedicaba más a la casa?. Ella se dedicaba a las dos, ella era quien hacía la loza. Lo que pasa que ella tenía destinaos los dias, el lunes pa lavar, el martes pa tender, por la mañana y por la tarde. Por la noche pa cocer, le gustaba remendar.

Y mis hijas, cuando venían los ingleses se quedaban privaos en verlas con los vetios almidonaos tiesitos y con los moños que ella le hacía aquitrás. Sí pasé mucha jambre por ahí vendiendo, trabajando pero mis hijas no pasaron mucha.

¿Y usted se acuerda si gente de aquí se fue allí enfrente a trabajar al Hotel? Sí,

Además de la loza, también iban a trabajar. La que planchaba, la que lavaba, la que limpiaba; eran toas talayeras, en el Hotel. Habían por lo menos cuatro o cinco y eran tos hermanos,

¿Usted se acuerda de ver a los dueños, a los ingleses allí?, claro, tenían aquello to precioso. Yo me acuerdo de ir, mi madrina me decía vete al Reventón que hay un puñao de flores que está en tal sitio y luego subíamos el Reventón, nosotros le decíamos las camareras, sí salían toas a la vez, caminando porque si no tenían coches que jacían.

Las trabajadoras del Hotel en El Monte eran talayeras, que eran tías de Peñate, en paz descanse, ¿tias de Peñate?, sí y…..no estaría también la madre porque me parece a mí que sí.

¿Y de aquí también iban al campo de golf?, no el campo de golf se hizo ahora, porque to eso era labranza; cuando tos murieron los hijos vendieron y se hicieron las casas y luego la carretera p aquí y p allá. Toas estas carreteras y casas son modernas. Don Laureano y un hermano de Don Laureano tenían ahí enfrente, según se sale al bar que está arriba, el Castillete, hay una bajada que bajábamos nosotros pa ir por donde vivia la madre de Peñate y, después por esta parte de aquí, pa la gente que vivía en La Caldera.

¿Y cuando llegaba la Navidad y el día de Reyes que ahora hemos pasado?, uhh, pobrecitos, pobrecitos. Yo me acuerdo una vez que mi hermano pidió un caballo y a mí una muñeca y lo fuimos a lavar. Como eran de cartón se rompieron y nosotros llorando.
¿Y dónde fueron a lavarlo?, en un cacharro, que cogimos un pizco de agua y metimos la muñeca y mi hermano el caballo; y dispues llorando, llorando por mi muñeca, se me rompió. ¡¡¡Ya no sirve!!!. Que nos podían echar a nosotros los Reyes, esas cosas.

¿Y la Semana Santa?. La religión cada uno en sus casas, la Semana Santa era en Santa Brígida, tol mundo iba a Santa Brígida. La que quería ver lo de Semana Santa iba a Santa Brígida, porque aquí, Iglesia tenemos ahora porque antiguamente era El Cristo metio en una vivienda y allí venía un cura y decía misa,

¿Y venía el cura en aquella época aquí?, sí y si no venía el cura que estaba en la finca de la Señorita Roca. Allí íbamos a catequesis con las monjas. Íbamos todos los de La Atalaya a aprender para hacer la primera comunión y a aprender a rezar y ato lo que ellas nos decían.

¿Y para ir a comprar, aquí habían tiendas?. Sí, la de Rosarito Medina; no como hoy que al tener coche andas la seca y la meta pa qui y p allá. Yo iba con el dinero que mi padre ganaba a comprar el gofito de la semana y pal pescadito pa arreglarlo en escabeche; los domingos el que tenía pa sancochar dos papitas, bien y si no, su pellita y el pescaido; y lo que alcanzaba, un platanito, una fruta, lo que se pudiera comer.

Muchas gracias y a seguir “al pie del cañón”, porque es la última alfarera que queda,

Sí, porque esos que están ahí acaban de llegar.



                                                                                              Enero de 2007
María del Pino Rodríguez Socorro

lunes, 12 de enero de 2015

PRIMER DRAGO PATEO DEL AÑO 2015













INFORMACIÓN GENERAL:
Día: Domingo 01 de Febrero de 2015
Salida: Calle Tenderete (Santa Brígida), 10:00 horas
Llegada: Santa Brígida, 17:00 horas
Precio: 3 € para socios de Drago, y 5 € no socios (a pagar el día de la excursión)

Inicio del camino: Degollada de las Palomas (1.622 m.)
Fin del camino: Llano del Garañón (1.663 m.)
Longitud: 7,64 Kilómetros
Altitud mínima: 1.512 m.
Altitud máxima: 1.702 m.
Duración estimada: 4 Horas
Nivel: Bajo

Lugares de interés: Degollada de las Palomas, Andén de los Perros, Cruz de Tejeda, Montaña de la Almagria, Degollada de los Molinos, Degollada de Hoya Becerra, Degollada de la Cumbre, Andén del Toro, Llanos de la Pez, Llano del Garañón.

INSCRIPCIÓN: 
Los interesados, remitir correo a dragodesataute@gmail.com antes del Miércoles 28 de Enero, donde figure nombre, apellidos y número del D.N.I.

Con el objetivo de que los grupos no sean muy numerosos, se ha establecido un número máximo de 20 Plazas. Se dará prioridad a los socios y a los que se apunten antes, hasta cubrir el número de plazas establecidas. El miércoles 28 de Enero se enviará por correo electrónico el listado definitivo de inscritos al pateo.

Las personas admitidas en el listado definitivo tendrán que abonar el importe que les corresponda, acudan o no a la caminata, puesto que ya se ha contado con ellas para realizar la reserva y el pago del transporte, que se contratará el mismo miércoles 28.

RECOMENDACIONES:
Llevar comida para almorzar durante el recorrido; abundante líquido, calzado adecuado, gorro, crema de protección solar, chubasquero y ropa de abrigo.